Guardianes del Mar: El poder de la Ciencia Ciudadana
Inés López Ercilla
Comunidad y Biodiversidad, AC
En Punta Allen, inmerso en la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an (Quintana Roo), es suficiente un paseo por la comunidad para darse cuenta que es diferente. Es una comunidad pesquera comprometida con su entorno, consciente de estar situada en un enclave privilegiado y protegido.
Pescadores y pescadoras marcan el ritmo y el tono del día, y anotan datos con avidez en sus cuadernos cuando regresan del mar. Jóvenes mujeres y hombres cargan lanchas con equipos de buceo, complicados equipos tecnológicos y tablas con hojas de datos. Grupos de niñas y niños pasean equipados con binoculares y pequeñas libretas, en busca de aves. Un visitante observador se preguntaría ¿Qué se traen entre manos los residentes de Punta Allen? ¿Qué hacen con todas esas anotaciones?
La respuesta es: hacen ciencia ciudadana, definida por la UNESCO como “la participación de una variedad de partes interesadas no científicas en el proceso científico. En su forma más inclusiva e innovadora, la ciencia ciudadana involucra a ciudadanos voluntarios como socios en todo el proceso científico, incluida la determinación de temas de investigación, preguntas, metodologías y medios para difundir los resultados”.
Después de la hora de la comida, el ritmo de la comunidad baja mientras los pescadores y pescadoras regresan en sus embarcaciones después de una jornada en el mar. El calor y la brisa del mar se mezclan sugiriendo que el mejor lugar para estar es, sin duda, la hamaca. Sin embargo, no todo es tranquilidad. Hay un grupo de mujeres y hombres, afanosos, que cargan tanques de buceo de una camioneta a la lancha que los espera amarrada en el muelle. Además de tanques, llevan muchos otros equipos, unos grandes, otros chicos, tablas, lapiceros, cintas métricas, botellas vacías para tomar muestras, cajas impermeables cuyo contenido no se logra adivinar. Con cuidado, suben todo el equipo en la lancha y se enfundan sus trajes de neopreno.
Reunidos se disponen a recordar las tareas y responsabilidades que de tanto repetirlas se saben de memoria : “te toca estar a cargo de las hojas de datos”, “tú vas a revisar el hidrófono (una especie de micrófono submarino que captura sonidos del fondo del mar)”, “tú estás a cargo de los equipos de buceo, por cierto ¿ya checaste que tengamos plomos suficientes y equipo extra por si acaso?”, “yo me encargo de la seguridad en el buceo y el capitán de la seguridad a bordo”. Una de las buzas les recuerda cómo se desarrollarán las actividades del día, qué sitio van a visitar, cómo está la corriente o cómo quedaron conformados los equipos de buceo.
Se están preparando para monitorear uno de los sitios de agregación para el desove de meros, lugares muy concretos donde estos enormes peces depredadores y generalmente solitarios habitantes del arrecife, se juntan en ciertas épocas del año para reproducirse y asegurar la supervivencia de la especie. En estos momentos son más vulnerables que nunca ya que, como sucedió antaño, una red tirada en el agua puede diezmar una población entera. Este declive se ha documentado en todos los países del mar Caribe, donde las personas de mayor edad en las comunidades pesqueras aun recuerdan agregaciones de varios miles de peces. Ahora, las nuevas generaciones tienen suerte si ven una agregación de mil peces, y eso se convierte en un evento excepcional que comentarán con sus familiares y amigos.
Este grupo de pescadores y pescadoras, también descendientes de pescadores, han continuado la tradición familiar. Pero con un giro. Han conformado el primer Centro Comunitario de Investigación y Monitoreo Submarino (CECIMS) del Caribe mexicano. Todas estas personas han crecido escuchando las historias de abundancia de la pesca de otras épocas y son conscientes del cambio actual. Pero no es suficiente con contarlo, hay que demostrarlo. Ahora, están comprometidas a salvar los meros del Caribe (Ephinephelus striatus) y lo hacen usando la mejor herramienta a su alcance: generando ciencia ciudadana. Quieren demostrar el valor de su área de pesca para preservar a los meros protegiendo sus sitios de agregación de desove de meros que fueron oficialmente protegidos en 2016.
En COBI (Comunidad y Biodiversidad, AC, https://cobi.org.mx/) hemos promovido la ciencia ciudadana en comunidades pesqueras de todo el país desde el año 2000. Inicialmente nos enfocamos en cursos para medir jaibas (parecidas a cangrejos), usar GPS (sistemas de posicionamiento global) y estudiar los pastos marinos con una comunidad Comcaác en Sonora. En Quintana Roo, desde 2010, nos hemos enfocado en el monitoreo comunitario biológico y oceanográfico de reservas marinas, incluyendo agregaciones reproductivas de desove de peces y monitoreo pesquero. Desde 2019, hemos podido ampliar estas iniciativas para incluir también estudios de conectividad socioecológica y fotografía comunitaria para la identificación de las especies, gracias a nuestra participación en la Estrategia Ambiental de SAC-TUN y el apoyo de esta empresa a nuestros proyectos.
En las comunidades de Cozumel, Punta Allen, María Elena, Banco Chinchorro y Xcalak, 159 personas han liderado acciones de monitoreo de la biodiversidad y recursos pesqueros. Tras fortalecer sus capacidades a través de diversos programas, estos grupos han documentado 41 especies en sus áreas de reservas, marcado 726 langostas para averiguar sus movimientos, tomado 110 muestras de agua para analizar el ADN ambiental, monitoreado 11 Zonas de Refugio Pesquero y colaborado en la publicación de cinco artículos científicos y tres de difusión.
Hacer ciencia ciudadana no se logra de la noche a la mañana, hace falta entrenamiento y recursos, acompañamiento, vinculación con la academia, asegurar que el beneficio es mutuo, entender y comunicar cómo se usarán los datos, así como compartirlos públicamente cuando sea posible. Es indispensable el reconocimiento mutuo de todos los que participan, se debe dar crédito a todas las personas o grupos participantes y tener en cuenta los aspectos legales y éticos. Esto se asentó en “Diez principios de ciencia ciudadana” en 2015 , que han servido para cimentar los movimientos de ciencia ciudadana en todo el mundo.
Si te interesa saber más sobre cómo iniciar un programa de ciencia ciudadana y qué debes tener en cuenta, puedes consultar esta caja de herramientas para la ciencia ciudadana (INSERTAR LIGA A CAJA DE HERRAMIENTAS PARA APLICAR LA CIENCIA CIUDADANA: EXPERIENCIAS DESDE MÉXICO; que estará lista esta semana) y ponerte en contacto con esta Red de Pescadoras y Pescadores (https://pescadata.org/red-de-pescadoras-y-pescadores/).