Los grandes gatos de la Península de Yucatán

Dr. Carlos López, Universidad Autónoma de Querétaro

Los grandes felinos de la Península de Yucatán, jaguares (Panthera onca) y pumas
(Puma concolor), han habitado esta región desde tiempos inmemorables. Estas dos
especies han coexistido con los seres humanos durante milenios; pero, durante los
últimos 60 años su historia de vida ha cambiado.
El uso de estas especies de los diferentes ecosistemas de la península, incluyendo selvas
tropicales, manglares y zonas de playa, se ha ido modificando. Los cambios provocados
en los ambientes naturales por los humanos, particularmente a lo largo de la Riviera
Maya, han generado comportamientos diferentes en las especies animales que ahí
habitan.
Como sabemos, esta región depende principalmente del turismo de naturaleza, los
bellos paisajes del mar Caribe, sus extensas playas y la tierra adentro que le permiten al
visitante una experiencia asociada a un ambiente tropical, las selvas. Las selvas de
Quintana Roo dependen del agua asociada a los cenotes, a esa multiplicidad de tamaños,
colores y entradas al inframundo Maya que hacen de esta región única en el mundo.
Esta complejidad de estructuras ha hecho que jaguares y pumas se adapten a utilizar los
cenotes como zonas de descanso y refugio ante un sol abrazador y las altas temperaturas
a lo largo del día. Son fuentes de agua de las que en gran manera depende la
distribución y los movimientos de estos grandes felinos.
También sabemos que el desarrollo urbano de esta región forjó la necesidad de
vialidades rápidas, eficientes y seguras para el transporte de los humanos. La carretera
federal No. 307 une las ciudades de Chetumal y Cancún, pasando por varios puntos
intermedios entre los cuales se localiza la Riviera Maya. Este paraíso turístico ha
cambiado de un sitio muy poco poblado a a Playa del Carmen, la urbe con el mayor
crecimiento demográfico de nuestro país. Esto genero la transformación de una
carretera de dos carriles a una de cuatro carriles, con un tráfico que alcanza los 80,000
vehículos por día. Donde la extensión de pavimento más transitado abarca
aproximadamente 120 km.

Es en esta franja que en los últimos años han perdido la vida un número cada vez mayor
de jaguares y pumas al ser atropellados por los vehículos que circulan a altas
velocidades. Sin embargo, estos atropellamientos no son frecuentemente reportados por
los medios de comunicación. A pesar de los esfuerzos que múltiples organizaciones
locales han llevado a cabo para reducir el número de muertes de estos majestuosos
animales, desafortunadamente, por varias razones, han sido infructíferos.

Por ejemplo, no se cuenta con un programa de monitoreo que ayude a generar
información de carácter preventivo. Sin embargo, esto ha venido cambiado en los
últimos años. El monitoreo de jaguares y pumas con radio transmisores en el área entre
2020 y 2023 ha generado información clave sobre los cruces carreteros de por lo menos 2 jaguares y 3 pumas.

Pero no es posible comprender los movimientos de estos animales
únicamente mediante el uso de cámaras trampa colocadas en diferentes predios.
Es indispensable comprender dónde, cuándo y en qué condiciones están cruzando la
carretera. Sabemos que algunos de estos felinos cruzan la carretera sin ser atropellados
y sabemos en donde lo han hecho.

Durante cuatro años hemos documentado por lo menos 185 cruces carreteros exitosos de felinos, es decir, los animales sobrevivieron.

Con base en esta información hemos identificado 14 áreas por donde los grandes felinos
cruzan esta carretera federal, y que puede ser la base para diseñar acciones que
contribuyen de manera significativa a evitar los atropellamientos y muertes de jaguares
y pumas, especies icónicas de esta región.

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